Hace poco, me reencontré con un viejo amigo, el cual estaba desesperado por la crisis, que a todos nos esta tocando en mayor o menor medida.

Estaba a punto de terminar su subsidio por desempleo y veía su futuro con bastante pesimismo…menos mal que con la indemnización que tuvo de su anterior trabajo, tenía unos ahorros, que en realidad, no sabía que hacer con ellos. Yo, realmente, le propuse la solución que cada vez más españoles están haciendo: Crear su propia empresa.

 

Muchas personas se sienten atrapadas, o bien por su edad, o bien por su capacitación personal, que ahora mismo no haya demanda de su empleo que ha estado desempeñando años atrás.

Lo primero, hay que perder el miedo a ser tu propio jefe. En tu Comunidad, existen oficinas que te pueden asesorar, viendo el capital que tienes y el negocio que quieres crear y en función de esos datos, decirte la viabilidad que tiene. Es importante saber, que tanto el Estado, como las Comunidades Autónomas, dan subvenciones a las nuevas empresas, y su cuantía está en función de la edad de la persona que lo solicita o de la potencial creación de empleo que pueda crear, entre otras cosas.

Una vez, que tienes todas las opciones encima de la mesa y decides crear tu empresa, el siguiente paso es el”papeleo”, es decir, si el negocio lo montamos por nuestra cuenta, deberíamos estudiar en nuestro caso, si la opción de registrarse como persona física, es mejor que registrarse como sociedad limitada unipersonal, a efectos fiscales o mercantiles. Si no se tiene ni idea de estos temas, y prefieres quitarte un quebradero de cabeza, para esto, como para todas las demás acciones de obligado cumplimiento con la Seguridad Social y Hacienda, lo mejor es buscar una asesoría fiscal que te va a ayudar tanto al cumplimiento de las obligaciones fiscales, como a cualquier problema, en cuanto a inspecciones, reclamaciones y escritos a la Agencia tributaria, o echarte una mano con los servicios telemáticos que facilitan muchas tramitaciones que antes eran imprescindibles acudir en persona.

Con todo esto, sus ahorros y mucha ilusión, mi amigo ya es empresario, y parece que le va bastante bien… Enhorabuena a todos los emprendedores que intentan por todos los medios, hacer un regate a la crisis, que ya lleva muchos años con nosotros y que esperamos que se acabe muy pronto.