Y en otro post vendrán los contras… Esta mañana debatíamos en la redacción los pros y contras de trabajar desde casa. La verdad es que hay opiniones para todos los gustos. Como todo en la vida, tiene sus cosas buenas… y sus aspectos menos positivos. Esta charla de viernes ha desembocado en este post que os escribo e invito a enriquecer con vuestras reflexiones y experiencias personales.

PROS DEL TRABAJO EN CASA

1. Libertad horaria. Creo que esto es lo primero que señala todo el mundo: el poder ponerte tu propio horario, elegir cuándo vas a trabajar, con lo que esto conlleva de posibilidades de conciliación de vida laboral y familiar.

–          Sin embargo, en ocasiones esto no es posible, ¿eh? Así que igualmente, este pro tiene su particular ‘contra’. Y es que muchas veces la empresa nos exige que, aunque trabajemos desde casa, nos ciñamos a los horarios de la oficina, porque probablemente se trate de un trabajo en remoto. También cuando se trata de desempeños en los que se preste atención al público. Por ejemplo, si nos dedicamos a orientar a  los clientes a través de un servicio de mensajería instantánea, redes sociales o e-mail, entre otros.

2. Trabajar en pijama. Aunque esto no es muy recomendable, os lo aseguro, lo que quiero señalar con este punto es que es posible que estemos realizando las tareas desde nuestro hogar sin tener que acicalarnos en exceso, nada de tacones o trajes de chaqueta, corbatas y encorsetamientos. Es decir, unos vaqueros, una camiseta y unas zapatillas… ¡y al lío!

–          Lo que sí que sí os recomendaría es NUNCA QUEDARTE EN PIJAMA. Cuando se trabaja desde casa es fundamental la fuerza de voluntad y mentalizarse bien de la agenda que hay que cumplir. Si nos quedamos con la ropa de dormir seguramente nos dejemos llevar en algún que otro momento por la pereza y hagamos kit-kats interminables delante de la tele, tirados en el sofá… Actitud ante todo y en esto juega un papel fundamental algo que puede parecer tan superficial como las prendas que llevamos.

3. Tener un espacio de trabajo personalizado, en el rincón de casa que más te guste. Este punto lo incluyo por experiencia propia. He estado trabajando en alguna ocasión en una suerte de ‘zulos’, de cubículos sin ventana alguna, por eso valoro tanto poder poner mi propio ‘despacho’ en un lugar con mucha luz natural, y si es con vistas mejor que mejor.

–          La luz da mucha vitalidad e invita de verdad a aprovechar la jornada y disfrutar del trabajo.

4. 0 euros y 0 tiempo en desplazamientos. Otra de las bondades de teletrabajar: no tener que desplazarte a la oficina. Esto va a notarse mucho tanto en el bolsillo, por el ahorro en desplazamientos, ya sea en combustible si vas en coche o en transporte público, y en el tiempo.

–          Esas largas esperas en el metro o en la cola del autobús, o los atascos en horas punta  ¡Bye, bye!

5. Más vale sol@s que… Aunque este punto lo veréis también como contra en la segunda parte del post, la verdad es que en ocasiones nos encontramos con ambientes malsanos de trabajo. En estos casos, uno preferiría trabajar solo, tener que comunicarse solo a través de teléfono o e-mail con los compañeros o en visitas esporádicas a la empresa.

–          Lo bueno del trabajo en casa es que puedes concentrarte mejor. Si además estás sol@ en el hogar, mucho mejor, ya que la tranquilidad y la quietud van a beneficiarte mucho para las tareas que debas realizar.